En la vida hay cosas que se complementan y cosas que se no. Pero
también hay tantos gustos como colores y quizás haya personas que amen algo que
realmente no les complementa.
Mi ejemplo lo vemos en un simple cola cao. Lo que complementa
al azúcar realmente es un café, un cola cao es dulce, y no hace falta endulzarlo más. Así
lo veo yo, pero no lo ven así millones de personas.
Yo me voy a quedar con lo bonito de la vida, y es que para
mí, encajar y formar parte de la vida de “esa persona” es imprescindible, además
de la aventura más fascinante del mundo. Cada día tenemos a nuestro lado a mucha gente que no nos aporta,
que no nos llena, que no encaja en nuestro puzle. Amores con los que creemos
ser felices, amores que nos dan estabilidad pero no amor. Amigos que
confundimos, con los que pasar un rato es muy fácil y enamorarse todo un
enigma.
A las personas se les siente desde el primer momento. Basta con
hablar unos pocos minutos para saber que esa persona puede llegar a ser tu
complemento, puede llegar a ser esa azúcar que tanto te gusta en el cola cao. Yo
lo siento así, igual que pienso al revés. Sentimos de quien no nos vamos nunca
a enamorar, queremos que se despierte la mañana siguiente a nuestro lado porque
quizás esa persona sea maravillosa, pero no lo queremos de por vida en nuestro sofá un domingo.
Es así, la vida se basa en complementos, y a mí me gusta el
cola cao sin azúcar.
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